Pamplona

Navarra, tierra de reyes y de historia, de combates y de herencia, de mezcla y autenticidad cultural, se tiene por ser la fértil región del norte, vecina y cómplice de castellanos, riojanos, vascos y aragoneses. Mantiene una distancia y carácter que la hacen diferente. 

Noble y transparente, limpia y campechana la ciudad ofrece lo mejor de si cada día, al caminar, comer o descansar, pero es en Julio dónde su pueblo se hace notar al mundo cada año, con sus Sanfermines, esa fiesta peculiar y de cuidado, local y mundial, pequeña y grande, colorida. Vea su centro histórico, sus castillos y pueblos cercanos, su herencia espiritual y sus pueblos cercanos. Gente para recordar, pueblo para conocer.

A su nombre y fama no solo han contribuido sus fiestas, los toros y los pañuelos rojos con ropa blanca, también tuvo mucho que ver el afamado escritor Hemingway y lo que describió en su novela Fiesta. Una forma elemental y lúdica de disfrutar.

Mozárabes, judíos y musulmanes dejaron su legado en la hermosa Tudela, el románico se sentó durante años aquí y tanto la Selva de Irati como Olite y su castillo, Estella y los montes de Navarra hacen que la región, de la que Pamplona es capital será conocido como el Reino de la Diversidad.

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